lunes, 15 de mayo de 2017



Actividad 3: La hora del cuento

Introducción

El cuento es una de las bases para el desarrollo intelectual. Al contarles una historia podemos lograr que entiendan las cosas con más rapidez, que su cerebro trabaje con más certeza, se estimule su memoria y sus ganas de expresarse.


Importancia de los Cuentos infantiles:

1.    Estimulan la imaginación: Los niños aprenden mucho con los cuentos infantiles gracias a la fantasía y magia que despiertan.

2.    Estimulan el lenguaje: Añadirán palabras a su vocabulario y aprenderán diferentes expresiones. Recordarán frases clave tales como ‘para verte mejor’ o ‘para comerte mejor’.

3.    Se prepararán para las dificultades de la vida: Los cuentos infantiles demuestran a pequeños y grandes que la vida no es tan sencilla como nos gustaría, y que siempre van a presentarse acontecimientos que no son de nuestro agrado. Estas breves historias llenas de animales y personajes ficticios nos demuestran que está en nuestras manos luchar contra estos sucesos.

4.    Aprenderán el valor de ser buenos: En los cuentos infantiles siempre hay buenos y malos, y los buenos siempre ganan mientras que los malos siempre pierden. Los pequeños llegarán a esta conclusión.


Existen tres formas de contar cuentos a los niños:

-          Cuentacuentos:

Es contar un cuento/una historia sin libro. Mucha gente confunde cuentacuentos con lectura de cuentos o con narración de libros. Hay que tener en cuenta que en el cuentacuentos no se utilizan ilustraciones; las únicas imágenes que el receptor ve, las crea su imaginación y ésta es, precisamente, la mayor virtud del cuentacuentos: la capacidad de generar imágenes en la mente del que escucha, la capacidad de desarrollar la fantasía, la imaginación.

El maestro debe estudiar un puñado de cuentos cada año y llegará así a poseer así un repertorio que no permitirá que se le sorprenda desprevenido a la hora del cuento.

-          Narración con libro:

La técnica de la narración con libro es muy parecida al cuentacuentos, porque en realidad no se lee, sino que se cuenta, pero con el apoyo de las imágenes. El narrador va recreando la historia a través de las ilustraciones que muestra a los niños y va asegurándose de que se fijan en los detalles, en los gestos, en los movimientos...

Al igual que en el cuentacuentos, debe conocer la historia de antemano para transmitirla con sus palabras y para interactuar continuamente con los receptores.

-          Lectura:

El narrador lee el cuento, enseñando las imágenes y se debe tener en cuenta el volumen, la entonación, las pausas, el ritmo, etc

Cuando un adulto lee un libro, es como un mago que conociera un código secreto que le permite adentrarse en un mundo desconocido lleno de personajes y de historias. Los niños desean conocer también ese código secreto para acceder a los mundos maravillosos que se esconden detrás de las letras. 

Es fundamental que el niño escuche y entienda los cuentos que se les leen y que comparta con otros niños esa sensación de emoción, expectación, silencio y comprensión.

Elegí la estrategia de narración con libro, al principio iba a hacer la de lectura pero leyéndome el libro varias veces, decidí que era mejor enseñarlo con las imágenes e ir contándolo con mis propias palabras para hacer más amena la actividad.

Para realizar esta actividad, elegí el cuento de “Un regalo diferente”, fue el libro que seleccioné en la primera actividad que hicimos y me gustó tanto que decidí leérmelo otra vez y así enseñárselo a mis compañeras.

Es un cuento que considero que es a partir de los 4-5 años, del tercer curso del 2º ciclo de Educación  Infantil porque ya pueden identificarse con los personajes. Es un libro sobre el que se puede dialogar tras su lectura sobre temas como la amistad, el valor material o la imaginación.



Preparación

Para la preparación del cuento lo que hice fue leérmelo varias veces yo sola para recordarlo y luego una vez que lo hice se lo narré a mi madre como si fueran las compañeras de clase. 

También coincidió que cuidaba a mis vecinas de 3 y 6 años y les gustó mucho, sobre todo a la mayor.Tuve mucha suerte porque así pude ensañarlo con gente de diferente edad. 

Antes de narrárselo a mis compañeras me lo leí una vez para quitarme los nervios y recordar las imágenes que iban en cada página para que saliese perfecto.


Taller:

El día que lo lleve a cabo, estaba un poco nerviosa, porque empecé la primera de mi grupo. Se lo narre a 3 grupos.

Al primer grupo que se lo narre, me dijeron que lo había hecho muy bien. Una de mis compañeras ya se lo había leído, pero la otra chica no lo conocía y le gustó mucho.

Me aconsejaron entonar más las voces y que lo hiciese un poco más despacio que iba muy deprisa. También me recomendaron algunas preguntas como: ¿Alguna vez habías ido a una fiesta de cumpleaños? ¿Llevasteis regalos?...

El segundo grupo me dijo que intentase contarlo más con mis palabras y no literalmente. Y también me sugirieron algunas preguntas como: ¿os gustaría ser alguno de los personajes?, ¿Alguna vez os habéis sentido como Marcel?...

Y por último el tercer grupo me comentó que lo había hecho muy bien, pero que la próxima vez lo haga con un tono de voz más alto.


Autoevaluación:

A pesar de que ya he leído varios cuentos a niños pequeños, nunca los había narrado. Agradezco todos los consejos de mis compañeras porque cada uno de ellos  me ha servido para mejorar. He de decidir que me puse bastante nerviosa, sobre todo con el primer grupo, pero poco a poco se me fue pasando y me relajé mientras lo narraba. 

En los próximos cuentos que narre, haré las recomendaciones hechas por mis compañeras para que me salga perfecto. Esto no quiere decir que lo haya sido un fracaso, porque considero que me salió muy bien y me gustó mucho realizarlo.


Conclusión:

Como maestros de Educación Infantil también tenemos varios momentos a lo largo del día para contar un cuento a nuestros alumnos. Podemos hacerlo de forma rutinaria y establecer una hora concreta todos los días (antes de salir al patio, en la asamblea o antes de irse a casa), o podemos elegir el momento en función de cómo se sienta el grupo. Los cuentos son muy buenos para relajar a nuestros alumnos cuando están especialmente inquietos. Es también una buena idea tener un objeto, como un sombrero o una varita mágica, que los niños relacionen  directamente con este momento.

A la hora de contarles un cuento es importante dar a cada personaje una voz, gestos y personalidad propios, para que el niño consiga imaginar la historia que le contamos. Nosotros también tenemos que hacer el ejercicio de imaginarla, ya que así será más creíble para ellos. Tenemos qué poner la entonación adecuada, llevar un ritmo de narración que le mantenga interesado e, incluso, actuar.


Escuchar historias hace a los niños más reflexivos ya que, en ellas, encuentran un mensaje que los lleva a comprender la forma en que deben actuar y comportarse, aprenden a escuchar con atención y a ser pacientes, fomentamos la empatía o capacidad para ponerse en el lugar del otro.

Bibliografía:

-     - Apuntes de literatura Infantil, curso 2º de Educación Infantil, Tema 3.La hora del cuento.

-     -El cuento: su valor educativo en el aula de infantil, revista digital para profesionales de la enseñanza, 2009.



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